Homeopatía Clínica
Revista de formación médica continuadaEnero-Abril/2001, Número 2 PURA MEDICA MATERIA
De Médicos y Medicinantes
A lo largo del año pasado hemos contemplado como un grupo de medicinantes, cuyo único fin es el enriquecimiento fácil y rápido, encabezados por un anciano y conocido -que no venerable- abogado, de apellido no coincidente con su estado mental, ha sembrado la confusión en la sociedad española con la supuesta creación de un "Colegio de Médicos Naturistas" cuya legalidad ha sido reiteradamente negada por todos los expertos consultados, incluido el Ministerio de Sanidad.
Este individuo y sus colegas han saturado a la opinión pública con una campaña de prensa de muchos millones de pesetas -rentable inversión- con la única clara finalidad de conseguir que los ciento cincuenta mil intrusos de la medicina que actualmente practican en este país la homeopatía, la acupuntura y otras terapias sin ser licenciados por una Facultad de Medicina, se afilien a su colegio pagando, eso sí, cincuenta mil pesetas de cuota de entrada (afiliándose todos sólo ingresarían siete mil quinientos millones de pesetas); luego deberán seguir pagando la cuota anual (dieciocho mil por persona): negocio cabal. A cambio ofrecen el sueño de todo medicinante: ¡ser llamado médico colegiado!
La paradoja es doble: por un lado los intrusos luchan por ser llamados 'médicos colegiados' precisamente cuando un grupo creciente de Médicos Colegiados aspira a que la colegiación deje de ser obligatoria.
Por otro lado este falso colegio ha conseguido algo inédito hasta ahora: que el presidente del Consejo General de Colegios Médicos públicamente nos apoye... ¡Todavía tendremos que darle las gracias a ese conocido y anciano abogado astur-madrileño!... Sin embargo el avispado leguleyo no ceja en sus requiebros y nos sorprende con otra sutil maniobra: proponer a compañeros, médicos naturistas, la posibilidad de sentarse en una mesa de negociación. Negociar... ¿qué?, ¿cómo cierran todos los intrusos sus consultas? Pero la jugada es hábil; si le dicen "Sí" enseguida proclamará a los cuatro vientos: "los criminales licenciados en medicina alopática -así nos llama- nos reconocen y se avienen a dialogar con nosotros"; si, por el contrario, le dicen "No", le faltará tiempo para anunciar que "los criminales licenciados en medicina alopática tienen miedo, por eso no aceptan sentarse a dialogar con nosotros". Menos mal que la lenta justicia española nos brinda una coartada perfecta: todas las denuncias presentadas por el Consejo General de Colegios Médicos en su contra están sub judice por lo que -mientras tanto- sólo deben hablar los abogados.
Paralelamente a todos estos hechos se viene desatando en distintos ámbitos colegiales otra polémica curiosa: la referida a la enseñanza de las terapias no convencionales. Cuando algunos pensábamos que con la llegada de los Diplomas y Masters Universitarios se había dado un paso importante en la oficialidad de nuestras terapias, algunos compañeros han descubierto que es mucho más rentable seguir dando cursos no reglados: en la Universidad se cobra por curso y en las academias... por alumno.
No creo que sea el tercer milenio el que consiga unificar a todos los médicos: seguiremos con nuestras luchas intestinas, con nuestro afán de protagonismo e incluso en algunos casos con el divismo (¿habrá que diluir Platina en el agua de algunos de nuestros conferenciantes?).
Pero no desmayo: creo en las personas. Algún día volveremos a ser sencillamente Médicos.
* Medicinante: el que hace de médico sin serlo, curandero, curiel, medicastro (Diccionario de la R.A.E. - XXI edición - Acepción 2ª).
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