Homeopatía Clínica
Revista de formación médica continuadaEnero/2002, Número 4 PURA MEDICA MATERIA
Eppur si muove
Con mucha frecuencia nuestros pacientes, nos preguntan: "Doctor, ¿Cómo funciona la Homeopatía?". También nuestros propios colegas alópatas cuestionan, más o menos asombrados, cómo el medicamento homeopático puede actuar si las diluciones superan ampliamente el Número de Avogadro.
Nuestra respuesta más frecuente es que "la homeopatía... 'funciona' por física, no por química".
Ante este brete, yo, personalmente, tengo una hipótesis: Al igual que las ondas tienen sus espectros de frecuencias (Rx, ondas de radio, ondas de telefonía, infrarrojos, luz visible, ultravioletas, etc.), los medicamentos homeopáticos tienen también sus frecuencias -en un espectro propio- que aún desconocemos, y no sabemos medir: ¡nadie invento, todavía, el "frecuenciómetro" adecuado (que, supongo, podríamos llamar "hahnemannometro")!
Posiblemente, si tuviéramos una Materia Médica con TODOS los remedios homeopáticos posibles, y no "SÓLO" unos tres mil, encontraríamos ese espectro de frecuencias homeopáticas completo.
Aunque... quién sabe la patogenésia de "Pulpo", en vez de la de Sepia, o la de "Leche de Jirafa" en vez de las Leches de Vaca o de Perra... Además... ¿es exactamente igual un Natrum Muriaticum de Mar Cantábrico que un Natrum Muriaticum del Mar Muerto?
Pues bien, ante estas preguntas, yo explico mi teoría con un ejemplo metafórico, comparando esas frecuencias homeopáticas con las de las ondas de la luz (no deja de ser "pura física pura"):
Supongamos que una enfermedad fuera Amarillo, otra Rojo y, otra, Azul. Ningún problema: prescribimos, respectivamente los remedios Amarillo, Rojo y Azul.
Sin embargo, resulta que también existen, entre otras, la enfermedad Naranja y la enfermedad Verde (en el fondo cada paciente es una enfermedad única e irrepetible), pero, desgraciadamente, todavía no conocemos, el remedio cuya patogenésia es Naranja o Verde. Por otra parte, sabemos que cada color puede presentarse dentro de una amplia gama, y cada tono sería -en esta mi metáfora-, una enfermedad distinta. Y, para "complicarnos un poco más las cosas", el medicamento del que conocemos la patogenésia, sería sólo, un único matiz de esa gama del color.
Todo esto nos explicaría por qué, a veces, un medicamento "funciona" espectacularmente (hemos prescrito el color y la gama exacta) y, en otras ocasiones "funciona", pero parcialmente (hemos acertado con el color, pero... no con el tono).
Cuando nuestra prescripción "no funciona" en absoluto, probablemente sea que... ¡¡¡¡nos hemos equivocado de color!!!!! (...era Naranja, y prescribimos Morado)... ¿Seremos algo daltónicos, los homeópatas?
Esta teoría, también, nos daría la pista de por qué -a veces- es necesario recetar más de un remedio: Si el paciente tiene la enfermedad "Naranja" y no existe (o no conocemos) ninguna patogenesia que sea ese color, le tendremos que recetar -en buen criterio- "Rojo+Amarillo" y, sin duda... ¡¡¡¡funciona!!!!
Todo esto, confirma -además- ese aforismo, tantas veces repetido por los homeópatas unicistas: "la patogenesia de un Medicamento Complejo no es la simple suma de las patogenesias de sus componentes".
Moraleja: El día que sepamos lo bastante de Homeopatía, quiero decir, el día que conozcamos las patogenesias completas de TODOS los medicamentos posibles... Y el día que, además, sepamos TODA la patogenesia de cada uno de ellos (y no sólo tres o cuatro líneas en el Vijnosky)... Ese día, en que la Materia Médica ocupará toda "La Biblioteca de Alejandría" (y además... ¡nos la sepamos!)... Entonces, ese día, feliz día... ¡¡¡podremos ser -en el 100% de los casos- Médicos Homeópatas Unicistas puros!!!
Pero, claro, esto es sólo mi teoría. Mientras tanto, siempre podremos seguir confesando, medio avergonzados: "¡no sabemos cómo funciona... pero FUNCIONA!".
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