CARTA AL DIRECTOR

Publicada en el diario

LA NUEVA ESPAÑA

en diciembre de 1998

 


Sr. Director:

En varios artículos, entrevistas e informaciones publicados en ese diario, los redactores se refieren a los Médicos Naturistas como "naturópatas", término también muy introducido, como forma de autodenominación, entre los curanderos.

La palabra "NATURÓPATA" no existe en el diccionario de la Real Academia de la Lengua y se salta todas los normas de evolución y de neoformación lingüística. El prefijo "Naturo -" procede, como todo el mundo sabe, del latín y, en castellano, que la adopta, significa lo mismo: naturaleza; el sufijo "- pata" viene del griego, "pathos", y significa enfermedad, máximo sentimiento.

En consecuencia "naturópata", de admitirse la aberración de mezclar etimologías latinas y griegas, significaría "enfermedad de la naturaleza". Por extensión, "naturopatía" significaría "de naturaleza enferma", (términos ambos muy adecuados para esos individuos que se dedican a lucrarse del sufrimiento y la desesperación ajenos).

Los términos correctos para denominar al médico que ejerce su profesión según el Naturismo neohipocrático serían: Médico Naturista (ambas palabras de etimología latina) o Fisiatra (del griego "Physios", natural, e "Iatros", médico), siendo, por extensión, la disciplina por nosotros ejercida la FISIATRÍA o el NATURISMO MÉDICO.

Sin embargo, los términos correctos para nombrar a los que se autodenominan "naturópata" no son otros que curandero (que realiza la actividad de curar), sanador (que realiza la actividad de sanar) o intruso (que ejerce una profesión sin estar capacitado para ello). Incluso, si hiciéramos un ejercicio de flexibilidad etimológica que nos permitiera la antes criticada mezcla de orígenes latino y griego, los neologismos a aplicar serían, entonces, respectivamente: "Naturólogo" y "Naturología", (palabras ambas ya difundidas por Hispanoamérica, donde parece cuidan mejor el tesoro cultural que es nuestra lengua castellana) y nunca "naturópata", ni "naturopatía".

Probablemente clame en el desierto y esta carta, como toda cruzada por adoptar la semántica adecuada, sea una quimera; sobre todo porque las nuevas generaciones no estudian ni latín ni griego (¿ni lengua española?) en el bachillerato.

Sin otro particular le saluda atentamente,

Fdo.: Dr. Francisco Jesús Fernández-Guisasola Muñiz
Médico Naturista. Especialista Universitario en Homeopatía.
Diplomado en Acupuntura.
Secretario de la Sección Colegial de Médicos Acupuntores, Homeópatas y Naturistas del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Asturias.


PD: El corrector ortográfico del procesador de textos con el que he escrito ésto tampoco reconoce la palabra naturópata.